ÉCRANS

del 28 de abril al 27 de mayo de 2022 en la Factoría Cultural de Avilés

del 25 de marzo al 23 de abril de 2021 en la Sala Borrón de Oviedo


"Son innumerables las interrelaciones que existen entre el mundo del diseño textil y de la indumentaria con el arte. La línea imaginaria que separa ambas disciplinas a veces se difumina impidiendo dilucidar dónde está el límite entre ambas ―si es que este realmente existe―, ya que arte y moda se han retroalimentado mutuamente a lo largo de la historia. 

La contaminación de códigos y de lenguajes hace posible el fenómeno de la hibridación en el escenario de la creación contemporánea. Resulta habitual que actividades como el diseño o la moda se hayan ido incorporando a los canales de difusión propios de la creación plástica, como han sido tradicionalmente los museos de arte, las galerías o incluso las revistas especializadas, creándose con estas inclusiones un marco de reflexión en el que las redes de conocimientos se entrelazan y convergen de manera fructífera.

Ana Pérez Valdés se sitúa, a través de su trabajo, en los límites entre estas disciplinas y es un ejemplo claro de la figura de una creadora transversal que difumina, a través de su práctica artística, la línea imaginaria que separa a la artista de la diseñadora. Con estudios en Bellas Artes y en Diseño Textil por la Universidad de Vigo, es en la actualidad doctoranda en la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra y afronta su investigación desde la suma de la teoría; es decir, el discurso que da forma a su obra, con su práctica artística, unidas ambas por una hipótesis que transita sobre el arte, la moda y el cine, y su confluencia en el cuerpo como centro de su manifestación.

Su muestra, que lleva por título Écrans, se formaliza a través de la creación de prendas, esculturas, instalación y video, convergiendo todo en el cuerpo y situándose este en el centro de sus especulaciones creativas, pues Ana concibe sus piezas como «laboratorios de cuerpos» donde investiga, a través de su práctica artística, acerca del vestido, entendiendo este como la segunda piel, ya que piel y ropa funcionan como elementos protectores de nuestro cuerpo, ambas son el límite que separa el interior del exterior, lo público de lo privado. Vestirse es por tanto una acción básica de nuestra vida cotidiana, pero también genera una serie de consecuencias sociales que se hacen extensibles a todas las épocas y culturas. Todas las culturas humanas se han recubierto el cuerpo de alguna manera, con telas, tatuajes, pinturas, añadiéndole adornos y ornamentos para hacerlo más bello o simplemente para resaltar una determinada identidad. Según Joanne Entwistle, en El cuerpo y la moda, «El mundo social es un mundo de cuerpos vestidos».

Sin embargo, las prendas de Ana, vacías de cuerpos, nos evocan cuerpos ausentes. Sus prendas de la serie The Garden of Good & Evil, dispuestas en la pared sobre bastidores, encarnan piezas híbridas entre prenda-escultura y pintura. De una forma análoga a la que Sonia Delaunay llegó a cuestionar los límites con la pintura en sus diseños conocidos como cuadros andantes, Ana Pérez Valdés cuestiona también los límites entre disciplinas a través de las piezas que componen esta serie. Piezas textiles, ornamentadas con materiales preciosistas, son obras que parecen salirse del cuadro, conformando al mismo tiempo naturalezas muertas, vanitas, prendas sin cuerpos que versan acerca de lo efímero y de la fragilidad de nuestra existencia, recordándonos que nosotras también estamos hechas de materia orgánica.

Todo está perfectamente hilado en Écrans. En los torsos que componen la serie La gravedad y la Gracia, Ana hace referencia al cuerpo en contraposición con el alma, una mirada hacia el interior mediante la representación de anatomías que tratan sobre lo bello y lo monstruoso, la vida y la muerte; en definitiva: lo contradictorio de la existencia.

Atlas Phantasma da título a una pieza de vídeo y a una instalación. Ambas obras tratan sobre el propio proceso de creación artística al mismo tiempo que funcionan como herramienta investigadora. El título es un homenaje al historiador del arte alemán Aby Warburg, que creó Altas Mnemosine, un procedimiento de exploración y presentación de sistemas de relaciones no evidentes mediante técnicas de collage de imágenes, posibilitando constantes relecturas. En palabras de la artista, «Atlas Phantasma es un guiño al Atlas Memmosine de Aby Warburg, un cruce de referencias de cuerpos vestidos, cuerpos fantasmagóricos, cuerpos ausentes». La instalación Atlas Phantasma está formada por hojas pertenecientes a un libro de artista, en el que recuerdos e imágenes personales de Ana hablan de lo universal desde lo íntimo y personal.

La artista versa en sus obras acerca de un cuerpo híbrido, muchas veces latente, que podemos vislumbrar a través de prendas, esculturas y ensayos audiovisuales donde formas antropomórficas y cuerpos fantasmagóricos construyen su obra. Las piezas de Ana nos transportan a un lugar de reflexión que nos remite a la fragilidad de lo cotidiano, unos trabajos introspectivos, personales y autobiográficos que, sin embargo, rompen los límites entre lo personal y lo universal, desarrollando cuestiones en las que todas podemos ver nuestras vidas reflejadas. El público puede reconocerse a sí mismo a través del otro. Es una obra que nos remueve por dentro, nos desestabiliza, pues habla de dualismos, opuestos y fronteras, contradicciones propias de la existencia, una historia de vida ―pero también de muerte― inherente a nuestra naturaleza."

María Castellanos Vicente, comisaria de la exposición